El dirigente de la República Dominicana en el Clásico Mundial de Béisbol, Rodney Linares, confesó en todos los espacios posibles su devoción por las analíticas y la importancia de estas en cada decisión suya, aunque estas mismas relatan situaciones donde el capataz tomó una iniciativa que resultó incorrecta durante la participación de la novena criolla.
Entre las pisadas erróneas está el hecho de haber iniciado con Francisco Mejía detrás del plato en lo que posteriormente resultó en una derrota 5-2 frente a Puerto Rico, quedando los quisqueyanos fuera de competencia en la cita mundialista, así como Gary Sánchez sentado en la banca en un encuentro en el que debió ser titular.
Las estadísticas, mismas que defiende Linares a capa y espada, son las que dan soporte a la opinión que Sánchez tenía mayor capacidad frente a Mejía de conducir al cuerpo de lanzadores en el más importante de los escenarios.
Previo al enfrentamiento ante puertorriqueños, Sánchez condujo al pitcheo dominicano hasta una blanqueada de siete entradas a la novena de Israel, destacando por la habilidad de mascoteo que lo llevó a conseguir que cuatro lanzamientos fuera de la zona hayan terminado cantados strikes, de acuerdo al cuadrante diseñado por Statcast.
Esto puede suceder por una mala lectura del árbitro, más no puede ser minimizada la labor de un receptor que logra en milésimas de segundos alterar la visualización del pitcheo, al igual que brinda seguridad y hace justicia al desempeño de los monticulistas.
Llegado el choque frente al equipo de Puerto Rico, Mejía hizo todo lo opuesto a lo que un día anterior por su compañero, puesto que los árbitros decretaron como bola una cantidad de dos pitcheos que debieron ser strikes, mientras solo consiguió engañar la vista del ampayer en dos ocasiones luego de lanzamientos fuera del cuadrante.
La superioridad de Sánchez sobre Mejía detrás del plato era algo que se avizoraba incluso antes de iniciar el torneo, posteriormente a que el primero aportara a su equipo un valor de 1.9 en el 2022 gracias al desempeño sostenido en el framing (convertir pitcheos dudosos o bolas en strikes), en tanto el segundo obtuvo una actuación completamente negativa (-4.8).
Al mismo tiempo, Gary mostró poseer una mejor coordinación de su cuerpo con el brazo que Francisco, registrando 1.93 segundos con disparos a la intermedia en la campaña de Grandes Ligas contra 1.95.
Las analíticas muestran como Sánchez fue merecedor de la posición en el curso del evento y previo a este, seguido de tratarse de un bateador sobre el promedio en su trayectoria (109 OPS+).
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